Síntesis: Sea que lo sepamos o no, cada uno de nosotros se mueve sobre criterios o valores presentes en la sociedad. ¿Será importante enumerarlos? ¿Cómo ubicarnos frente a las diferentes maneras de vivir en nuestro mundo, en nuestra familia y a nivel personal? ¿Qué significa esto a nivel social?
Cada uno de nosotros tiene una “perspectiva” de la vida.
Puede ser que la puedas enunciar con claridad o que simplemente la vivas sin darte cuenta, pero todos los seres humanos tomamos decisiones en base a nuestros propios criterios u orientaciones.
Sea que nos ubiquemos frente a nosotros mismos, frente al mundo, frente a las demás personas o frente a Dios o la trascendencia -para el que tiene fe-, cada uno de nosotros/as tiene sus propias convicciones, su propia “visión del mundo”.
En realidad aunque no seamos plenamente conscientes, nuestros pensamientos, actitudes y acciones constituyen nuestro punto de vista, nuestra perspectiva de vida. No podemos ignorar que esto también se relaciona con nuestra experiencia de vida es decir con nuestra historia personal, con la cultura en la que crecemos y se transforma finalmente en acciones concretas que asumimos frente a las realidades complejas que vivimos.
Pero en realidad, pocas personas pueden expresar con claridad y de manera directa una escala de valores y convicciones que rigen su vida.
¿Qué significa esto?
1.- NECESIDAD DE UNA PERSPECTIVA PERSONAL-SOCIAL-GLOBAL
En primer lugar y a nivel personal, tener el coraje de plantearse las preguntas límite que tarde o temprano llegan a nuestra vida: ¿Quién soy,? ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Quién es el que está a mi lado? ¿Cómo me ubico frente al mundo y frente a la realidad? ¿Qué metas pretendo alcanzar?… y finalmente, plantarse frente a la certeza de la muerte.
A cada quien le llega “su momento”, un espacio vital en el que como persona se plantea estas preguntas. En fin de cuenta nos ponemos la pregunta más importante: ¿Qué es lo que me permite ir encontrando la plenitud y la felicidad? La pregunta sobre la felicidad y la pregunta sobre el sentido de la vida, van de la mano.
Las mismas preguntas surgen a nivel social y global. Es imposible vivir en sociedad a menos que lleguemos a acuerdos mínimos de convivencia, de utilización de los recursos naturales, de reglas sociales, políticas, religiosas. Surge el interrogante sobre un sentido global de la existencia: la respuesta a esta pregunta lleva implicaciones personales, sociales, jurídicas, religiosas, éticas…
Y si nosotros somos simplemente espectadores, pues los políticos, los expertos en mercadotecnia, los diseñadores y hasta el vendedor de la última novedad que llega a nosotros nos seducirán con sus propuestas o simplemente las aceptaremos sin pensar.
2.- MULTIPLICIDAD DE PERSPECTIVAS
En segundo lugar, es esencial darnos cuenta que existen muchas perspectivas de mundo. En los varios estratos sociales, en las varias religiones, en cada familia, en las “tribus urbanas” y desde otros enfoques encontramos una gran diversidad de puntos de vista. Existen muchas “perspectivas” para ubicarnos frente a la realidad. En nuestros tiempos, -siglo XX y XXI- encontramos grandes cambios generacionales que nos hacen hablar de un “Cambio de Época” en acto que nos provoca más preguntas que respuestas. ¿Cómo movernos en un mundo tan variado y cambiante? ¿Cuáles perspectivas son explícitas y cuáles quedan implícitas? ¿Qué preguntas surgen ante la realidad desde varios ángulos: intrageneracional – intergeneracional; de progreso y respeto del ambiente; de realización personal y desarrollo comunitario?
3.- PARA PONERLO EN PRÁCTICA
Un ejercicio aparentemente sencillo pero muy revelador e interesante es el de intentar analizar o preguntar explícitamente a personas que tienen diferentes visiones del mundo: ¿Cuál es tu perspectiva de vida?
En donde sea posible, dialogar directamente o al menos imaginar las convicciones de fondo o de hecho que tiene un empresario o un profesionista; un artista o deportista famoso; un político honesto y corrupto o un obrero que gana el salario mínimo; una persona movida por motivos religiosos o humanitarios; un narcotraficante; una persona que pertenece a una tribu urbana. Y la lista puede seguir con categorías de personas cercanas a ti o que interactúan contigo a nivel laboral, social, familiar…
¿Qué es lo que mueve a cada una de estas personas? ¿Qué te mueve a ti?
Y resulta muy revelador lanzar esta pregunta en nuestra propia casa: ¿Qué perspectiva de vida tiene tu esposo/a en lo que dice y en lo que hace? ¿Le estás transmitiendo a tus hijos/as una serie de valores concretos y dialogados por los padres o simplemente lo que recibiste de tus padres y maestros, o… lo que se te ocurre cada día?
© Gerardo Antonio Díaz Jiménez. Puede utilizarse sin fines de lucro y citando la referencia http://www.somosbuhay.com
En Somos Buhay ofrecemos el Taller de Mantenimiento Familiar que proporciona un espacio para que la pareja o la familia definan con claridad sus metas, su “misión y visión”, en una palabra para que tengan muy claro cual es su perspectiva de vida.
Muy bueno.
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Gracias, Modesto. Cuando las metas definen el rumbo, se llega al destino.
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