LÍDERES SOBRE ESPUMA

¿Cómo ser líder hoy? ¿Qué puede significar ser protagonistas en el mundo? El mundo en el que vivimos plantea, como en cada época, retos particulares.

Veamos: a nivel personal cada uno de nosotros está llamado a dirigir su propia vida; en la familia podemos ser responsables de la educación de los  hijos/as o hermanos/as o tener a nuestro cuidado personas con discapacidades, padres o abuelos a veces ancianos o enfermos; en la vida social y en el ámbito laboral ocupamos un puesto, desempeñamos roles o funciones y nuestras pequeñas o grandes decisiones tienen un impacto en la misma humanidad, lo notemos o no. Somos parte de muchos sistemas vitales con los que interactuamos, lo queramos o no.

Quiero imaginar nuestra existencia en la búsqueda de un balance entre aspectos que aparentemente son binomios pero que en realidad, podrían ser triángulos o figuras más complejas, como poliedros. De hecho acabo de descubrir que cuatro de los  poliedros regulares están formados con base en triángulos; y cada uno de los lados que lo componen hace que se mueva en una u otra dirección.

¿Por qué sobre espuma? Son solo 10,000 años que el ser humano es sedentario y vive en casas sólidas; antes de ello vagaba en la búsqueda diaria de su comida, muchas veces refugiándose en alojamientos improvisados y a merced de la bondad de la naturaleza; y aún una observación superficial del universo nos hace constatar que los planetas y las mismas galaxias parecen estar apoyadas  en un vacío inmaterial, como flotando en una inmensidad regida por leyes que apenas pretendemos conocer.

Quiero imaginar nuestra vida como ese poliedro del que se hablaba, como hilos insertados en argollas; como fuerzas o pesos colocados en platillos de una balanza; como cargas de energía que provocan un dinamismo que de ninguna manera podemos controlar.

¿Y cuáles podrían ser los “lados” de los triángulos que componen este poliedro, seguramente irregular?

Aunque la lista que sigue se presenta como una serie de binomios, parece ser que el tercer lado de cada uno de los triángulos del poliedro en muchos casos es el equilibrio, la armonía o el mismo movimiento que existe entre las posiciones. Aquí está un intento imperfecto pero relacionado con la experiencia:

1. Claridad en los principios de fondo para unirse al proyecto de una persona, de una organización, de la sociedad, de la humanidad misma VS Indefinición de identidades o confusión de expectativas. Estos dos lados pueden provocar caos o sinergia…

«¿Sientes que vives o trabajas en una familia, una sociedad o una empresa «liquida», volátil, fluida o una en la que –en el otro extremo- todo está definido, incluso de manera dogmática e inflexible?”

2.- Claridad de roles y funciones ordinarias y flexibilidad ante circunstancias extraordinarias VS Una planeación exageradamente cotidiana, de ocurrencias ordinarias que te deja a merced de la improvisación tuya o de quien tiene el poder de decidir. Si hacemos lo que nos toca y dejamos que cada quien haga su parte, podremos ser corresponsables en la familia, la empresa…

“Ningún barco sin timón ha llegado a buen puerto”.

3.- Conocimiento de la realidad, análisis hecho en conjunto, información compartida VS Ignorancia de datos e incapacidad de análisis en equipo,que pueden ser reflexiones hechas sólo por los papás/mamás, los «maestros», los jefes (a nivel político, educativo, empresarial, religioso).

«¿Será que alguien puede con honestidad decir que tiene la verdad siempre, en todo…?»

4.- Claridad en establecimiento y persecución de metas y objetivos VS Caminar sin parámetros que definan niveles o formas de crecimiento, regresión o estancamiento. La meta primordial de la humanidad no es llegar en primer lugar, o la competencia, sino llegar juntos, favorecer una relación de autosostenibilidad y autosustentabilidad para garantizar un futuro posible a las nuevas generaciones.

«El que no sabe a dónde ir, no tiene necesidad de moverse, ya llegó pues en cada momento piensa que ya está en su destino y no sabe cuál es su límite».

5.- Reconocimiento de logros por el trabajo realizado que necesariamente es trabajo conjunto, con frutos compartidos VS Silencio de los frutos obtenidos o acaparamiento de beneficios en manos de pocos. Surge la pregunta sobre como garantizar que todas las categorías de personas puedan tener una vida digna, a través de un comercio justo, dando oportunidad a todos y reconociendo el (máximo) esfuerzo que todos/as deberíamos poner.

«La fiesta de la cosecha debe ser celebración colectiva de la abundancia». Con un ejemplo campirano, la Biblia dice: «No le pongas bozal al buey que trilla». (Dt 25,4)

6.- Movilidad, flexibilidad en relación con las capacidades desarrolladas o el talento adquirido por las personas VS Inmovilidad y bloqueo del crecimiento de quien está a tu lado sea tu esposo/a o hijo/a, colaborador, conciudadano o tu mismo jefe.

“Tu abuelo probablemente recibió un reloj por haber trabajado 35 años en la misma empresa, hoy a los 40 años una persona ya ha trabajado en 14 empresas diferentes”.

7.- Y en este mismo sentido, apertura a la  innovación y al cambio, definición de espacios para renovación o mejora en las relaciones interpersonales, organizacionales; en los procesos, productos y servicios y para el crecimiento de las personas VS Cerrazón al cambio, tradicionalismo dogmático o irracional. En otras palabras, permanencia VS Volatilidad.

“Las notas musicales en occidente son solo siete, pero no se ha escrito aún la última melodía”.

8.- Escucha, liderazgo compartido toma de decisiones conjuntas, y conciencia de que formamos parte de un todo que supera nuestra individualidad; que vivimos en un mundo complejo en el que hay diversidad a todos los niveles que reconoce que más allá de la misma humanidad estamos llamados a descubrir y vivir nuestra identidad planetaria VS Protagonismo de pocos,  exigencia de una obediencia ciega, aislamiento e intolerancia al diverso. A nivel personal y social surge en muchas ocasiones el real o aparente binomio/triángulo entre el conocimiento / la razón VS La dimensión afectiva, emocional siendo ambas determinantes en nuestros procesos vitales y que emergen de manera particular en momentos en los que se toman decisiones.

Con todo esto y mucho más, cada uno de nosotros/as vive su protagonismo y liderazgo, construye su propia identidad, camina por la vida. La espuma sobre la que caminamos es suficiente para tener serenidad en la vida y perseguir metas que nos permitan vivir una existencia auténtica.

Siempre de la mano (o del pie) con los otros seres que habitamos este planeta y con los que vendrán.

Y para concluir, creo que nos ayuda hacer referencia a dos autores que nos invitan a vivir, tal vez sin certezas absolutas, pero con una fijación por defender la vida, la verdad, el respeto y la justicia como valores prioritarios («Ética Mundial» de Hans Küng). Aunque naveguemos en un océano de incertidumbre, nuestra identidad planetaria puede ser una de las islas de certeza que encontramos («Siete saberes para la educación del futuro» de Edgar Morin).

Lo que no es una opción, es detenerse, encerrarse en el egoísmo o claudicar, aunque tengamos que caminar y ser líderes «sobre espuma». A pesar de todo, “Somos mejores haciendo lo que pensamos que solo pensando”.

Copyrigth Gerardo Antonio Díaz Jiménez. 2021. Derechos reservados. Puede utilizarse sin fines de lucro citando la referencia. contacto: gerantoniodiaz@gmail.com


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